Hugo Arancibia presidente de esta institución dice que no cambiarán su posición. Se alinea con la argumentación que ya han expresado funcionarios de gobierno y representantes de la industria. En la foto aparecen Hugo Arancibia, Pedro Pablo Jofré, Salvador Bascuñán, Mauricio Andrade, y Gisela Esparza.
Valparaíso,Chile, 26 de septiembre de 2016 (Ecocéanos News). El presidente de la Federación Regional de Pescadores Artesanales del Biobío (Ferepa Biobío), Hugo Arancibia Zamorano, es uno de los escasos dirigentes del sector que defiende la mantención de la actual Ley 20.567, la Ley Longueira de privatización pesquera. Y como ha sido su estilo histórico, deja la puerta abierta para “conversar y mejorar” con el gobierno y la industria esta corrupta legislación.
Según publica aqua.cl, Arancibia enfatiza que esta normativa favorece a la pesca artesanal y establece una “clara planificación” entre las embarcaciones mayores y menores de 12 metros. Agrega que esto permitiría un ordenamiento que protege la actividad y los recursos marinos. Además, limitaría el radio de acción de las embarcaciones semi-industriales de 12 y hasta 18 metros que operan en el sector artesanal ya que “no pueden intervenir en la primera milla, de exclusividad de la pesca artesanal.
Arancibia, quien dos meses después de haberse promulgado este controvertido cuerpo legal (febrero del 2013), renunció a la presidencia de la Confederación Nacional de Sindicatos de Pescadores Artesanales (Confepach) para dedicarse a labores particulares, reafirma una serie de otras cualidades que tendría la Ley Longueira.
“Ley de Pesca es buena para el sector, porque establece un ordenamiento que permite proteger la actividad y la sustentabilidad de los recursos al resguardar de la primera milla a las embarcaciones de hasta 12 metros, el seguro de vida para los pescadores artesanales, la incorporación del posicionador satelital y la certificación de desembarque para embarcaciones mayores de 12 metros, la exención de cobro de patente para las áreas de manejo, el fraccionamiento de las principales pesquerías entre el sector pesquero artesanal e industrial. Y puntualmente en el plano de la sustentabilidad, es bueno que exista un comité científico que determine las cuotas a capturar por cada año tanto a los pequeños como a los medianos y grandes, ya que así se favorece el desarrollo armónico del sector”, dice el dirigente de la pesca artesanal
Consultado sobre los crecientes casos de cohecho a políticos, parlamentarios y dirigentes sindicales mientras se tramitó la Ley Longueira, Arancibia señala que es un tema que tiene que ver con los industriales. “Nosotros jamás en las mesas de discusiones de la ley escuchamos o fuimos testigos de que esto se diera. No nos consta y no es la forma de actuar de nuestra organización. No lo justificamos y estamos en contra absolutamente de las acciones que hoy investiga el Ministerio Público y nos unimos a quienes piden que sea la justicia quien aclare y sancione a quienes aparecen recibiendo recursos durante la tramitación, fundamentalmente los congresistas” .
Dejando la puerta abierta a los diversos escenarios políticos, sociales y económicos que se irán dando en los próximos meses, Arancibia rechaza la anulación de la actual ley de pesca y acuicultura, -demanda creciente de los sectores de la pesca de pequeña escala, movimientos sociales, ciudadanos, estudiantiles y pueblos indígenas.
El dirigente artesanal insiste que la posición de la Ferepa Biobío es analizar y discutir modificaciones que permitan mejorarla, sin someter a juicio sus avances.
Arancibia entonces señala una larga lista de reivindicaciones secundarias. “Nos interesa discutir temas que, a nuestro juicio, deben ser incorporados a la actual ley, como por ejemplo: plataforma social para el sector pesquero artesanal porque no los contempla -solo se fijó para los trabajadores industriales-; aplicar restricciones a las embarcaciones menores de 12 metros que se dedican a la pesca pelágica para que tengan todos los instrumentos que se requieren para la sustentabilidad de los recursos -como certificación de desembarque- y regular el volumen de desembarque de cada viaje que realizan las embarcaciones de menos de 12 metros; permitir la operación de embarcaciones iguales o superiores de 15 metros de eslora para que puedan operar en toda la macrozona de la unidad de pesquerías correspondientes, y por fuera de las 5 millas marinas ya determinadas. También planteamos que se establezca una política que permita declarar como trabajo pesado la labor que realizan los buzos mariscadores y sus ayudantes”.
Arancibia dice que no cambiarán su posición. Se alinea con la argumentación que ya han expresado los diversos funcionarios de gobierno y representantes de la industria.
“No nos amedrentan las manifestaciones que se hagan, somos partidarios del diálogo y estamos para aportar a la discusión, con altura de miras, con visión de país y pensando en que la sustentabilidad debe ser el foco central de la discusión, ya que en ello está el hoy, el mañana, y el futuro de la pesca artesanal. Pero esto debe ser una responsabilidad compartida en que los industriales deben sumarse y dar una señal seria de compromiso con la sustentabilidad de los recursos de los que todos dependemos”.